-Nombre: Elsa Jenner
“Escribo historias de amor y suspense para lectores exigentes, historias
que despiertan emociones”.
¿Quién es tu autor/a favorito? ¿Qué géneros son los que más te gustan?
Me gusta mucho como escribe Haruki Murakami, casi todas sus obras me
parecen brillantes. Agota Kristof también ha sido una autora que ha
dejado huella con la trilogía Claus y Lucas, me impactó muchísimo esa
obra. Y como autora española, me encanta Dolores Redondo, su pluma es
exquisita.
Mis géneros favoritos a la hora de leer son narrativa en general y Novela
negra.
¿Cuándo y cómo comenzaste a escribir?
Comencé a escribir hace mucho tiempo, tanto que ni me acuerdo. Me he
estado formando durante los últimos años, haciendo cursos de escritura
creativa, leyendo libros para escritores… pero la primera vez que publiqué
fue al inicio del confinamiento. Aprovechando que tenía tiempo y
necesitaba tener la mente ocupada autopubliqué en Amazon mi primera
serie: «A bordo». A partir de ahí se puede decir que mi carrera como
escritora despegó y ya no puedo parar.
¿Cuánto tiempo dedicas a escribir? ¿Te dedicas solo a la escritura o es
un complemento más a tu vida?
Muchísimas horas; más de ocho al día. Afortunadamente me puedo
dedicar en exclusiva a la escritura. También dedico varias horas a una
revista romántica de la que soy editora, se trata de un proyecto gratuito
que cree a primeros de año para que los lectores descubran a otros
autores y todos los secretos del género.
¿En qué te has inspirado para escribir tu último libro?
El lado oscuro del Cazador es un libro que ha ido surgiendo sobre la
marcha. Quería escribir un thriller romántico y tenía la escaleta desde
hacía tiempo. La retomé y conforme escribía iba cambiando algunas
cositas. La verdad es que no me inspiré en nada en concreto,
afortunadamente no hay nadie en mi entorno que esté tan loco o sea tan
tóxico como los personajes de esta novela. Sí te puedo decir que el inicio,
cuando Hailey va en el tren de camino a su nueva vida, se me ocurrió
contemplando un cuadro de Edward Hopper durante una de mis visitas al
Museo Thyssen. Otras escenas han ido surgiendo durante el proceso de
documentación, donde he tenido que leer historias horribles de casos
reales.
¿Te has encontrado con muchos problemas a la hora de publicar tus
libros?
Supongo que con los que se tiene que enfrentar todo autor cada día:
algunos problemillas con las categorías o visibilidad en el ranking de
Amazon, la piratería o los bajos beneficios para el trabajo tan duro que
conlleva escribir un libro, pero por lo demás todo ha ido bastante bien
desde el principio, he contado con el apoyo incondicional de los lectores
que cada día son más, las valoraciones también han sido muy positivas y
he recibido varias ofertas editoriales.
¿Estás contenta con la acogida de tus libros?
Contentísima. No tengo palabras para agradecer el cariño que me dan los
lectores, sobre todo, aquellos de mi lista VIP, una comunidad que se ha
ido creando en mi web y que tiene acceso a todo mi contenido gratuito.
¿Quién es tu mejor y mayor apoyo a la hora de escribir?
Puede quedar raro, pero mi mayor apoyo son las lectoras de mi
comunidad VIP, porque al ser una autora bajo seudónimo, muchos de mis
amigos ni siquiera saben de esta faceta, así que mis lectoras se convierten
en mi mayor apoyo. Suelo contarles mis miedos e inquietudes durante el
proceso de escritura y me envían emails de apoyo con sus opiniones y eso
me motiva a seguir. Tengo una relación muy íntima con mis lectores y eso
es muy especial.
¿Qué estas escribiendo ahora? ¿Has cambiado algún final después de
escribirlo?
Ahora mismo estoy escribiendo algo de lo que, por contrato, no puedo
hablar, pero es algo muy grande que saldrá en 2022.
Nunca he cambiado un final después de escribirlo. El final es algo que no
me siento a escribir si no lo tengo claro; sí que lo he cambiado antes de
escribirlo. El final de Mil veranos contigo es un caso aparte porque cambié
la escaleta tantas veces que ya no sabía qué final escribir, así que esperé a
sentirme motivada y decidida (no me gusta mucho usar la palabra
inspirada) para sentarme a escribirlo y dejar fluir el desenlace. El final que
salió fue el que se quedó y estoy muy satisfecha con el resultado, pero
como digo es un caso excepcional, no suelo improvisar así.
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