Vega Ruíz, de profesión bióloga marina, no termina de creer en el amor. Su madre se encargó de borrar de su mente el romanticismo para convertirla en una persona práctica con los pies en la tierra. Pasó de ver El diario de Noa a ser fan número uno de la saga Terminator. Y en parte ese es el motivo por el que no tiene acompañante para la boda de su amiga…
Una compañera le prepara una cita con su amigo Esteban. Pero con quién se encuentra ella en el lugar acordado es con Rodrigo, y es bombero. Un bombero muy guapo.
Rodrigo ha perdido una apuesta y debe pagar su deuda saliendo con una mujer que no conoce de nada. Menos mal que es ella la que se acerca a él en el sitio del encuentro. ¡Vaya! Y no es tan fea como había creído. Le gusta mucho.
Aunque lo malo no es que sospeche que ella tiene unos gustos parecidos a los suyos (le atraen otras mujeres), lo verdaderamente malo es darse cuenta de que Vega no era su cita original.
Ahora tiene un reto por delante. Bueno, uno no, tiene dos: averiguar quién es Vega y por qué se le acercó ese día, e intentar conseguir que se interese en él.
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